Lo primero de todo, vamos a dejar claro que el Aceite de Oliva Lampante no se debe consumir. No es apto para el consumo humano. Es un Aceite de Oliva defectuoso.
Contiene una acidez muy alta. También su sabor y olor llegan a ser muy desagradables. Por lo tanto, no se puede comercializar con él, pero las grandes industrias lo buscan. ¿Sabes por qué? Primero te cuento el motivo para que sea un Aceite Lampante.
Principales Motivos
Existen varios motivos por el cual el aceite puede ser lampante. Uno de ellos se debe a una posible plaga en el olivar, que hace un daño en el fruto irreparable ocasionando estos defectos. También puede ser por llevar mucho tiempo el fruto en el suelo, pudiendo llegar a pudrirse la propia aceituna.
Una mala transformación del producto es otro motivo para hacer un Aceite bueno a uno lampante. Aunque este caso es más raro de ver, pero si una Almazara no mantiene una limpieza severa en todo el proceso de fabricación, puede llegar a alterar el producto hasta hacerlo no comestible.

¿Cuándo se considera Aceite Lampante?
Existe maneras de medir la calidad del Aceite de Oliva. Normalmente nos basamos en dos: un análisis químico y un análisis sensorial.
El análisis químico debe de llegar a unos parámetros mínimos para considerarlo Aceite de Oliva Virgen, si no, será Aceite Lampante.
Y, ¿cuales son esos valores?
- El grado de acidez del Aceite Lampante es 2º o más. Ten en cuenta que el Aceite de Oliva Virgen está entre 0,8º y 2º. Y el Aceite de Oliva Virgen Extra es menor de 0,8º.
- En el análisis sensorial, la media de los defectos son iguales o mayores a 2,5. Para el Aceite de Oliva Virgen, la media de defectos debe de ser entre 0 y 2,5. Para el Virgen Extra no puede tener ningún defecto.
- EL último valor es el frutado. Para un Aceite Lampante el frutado es 0. Y para un Aceite Virgen o Virgen Extra debe de ser positivo.
¿Hay alguna manera de poder comer este Aceite Lampante?
Lamentablemente sí. Se puede «arreglar». Pero es mezclándolo con Aceite de Oliva hasta conseguir unos parámetros mínimos para su comercialización.
Ten en cuenta que para conseguir neutralizar el Aceite Lampante se usa Sosa. Después se procesa con Ácido Fosfórico para desgomarlo. Así, vamos a conseguir un Aceite Refinado, pero todavía no es apto para su consumo.
Con este proceso vamos a dejar el Aceite de Oliva transparente sin ningún olor ni sabor. Solo con mezclar entre un 10% o 20% con Aceite de Oliva es suficiente para conseguir un Aceite Refinado apto para el consumo.
Aceite de Oliva Refinado
Como bien dice el nombre, es un Aceite Refinado. Pero se puede malinterpretar, porque se puede entender como un aceite «mejorado». Pero muy lejos de la realidad, el Aceite de Oliva Refinado se consigue con productos químicos. Algo que se aleja mucho de un producto natural como el Aceite de Oliva Virgen Extra.
Puedes estar casi seguro que con un Aceite de Oliva Refinado no vas a obtener casi ningún beneficio. Ten en cuenta que el Aceite de Oliva es sensible a la calor, por lo que una vez superados los 28º, el aceite empieza a perder cualidades. Para el proceso de refinado se alcanza una temperatura muy superior, por lo que es seguro que vamos a perder las vitaminas, minerales, antioxidantes, etc…
Conclusiones
No hay nada como un producto natural. El Aceite de Oliva Virgen Extra es básicamente un zumo de Aceituna. Con este Aceite vas a mantener todas sus cualidades y todos los beneficios para la salud. Además vas a disfrutar de unas características sensoriales únicas.
Si quieres cocinar también te recomendamos un Aceite de Oliva Virgen Extra pero de calidad más normal. Dentro del Virgen Extra existen varias categorías. Aquí puedes encontrar las principales diferencias entre ellas.